Cuando sentimos...
Que nuestra barca navega sola, sin rumbo, enmedio de un océano de dudas, de dolor y rencores.
Cuando percibimos el peso del temor en nuestros hombros, cuando no nos atrevemos a abrir los ojos por el miedo a la obscuridad que anula nuestro corazón.
Aunque pareciera que nuestras fuerzas se extinguen ante la crudeza de los acontecimientos recientes, no dejemos de cubrir con amor nuestra vida y la de quienes nos rodean.
Recordemos que la gracia de Dios está en nosotros. La perfección de la naturaleza es tal, que hasta en las profundidades del mar, una pequeña ostra es capaz de crear, con el amor de su nácar, una hermosa y perfecta perla.
Al final de los tiempos, habremos logrado crear algo hermoso. La única receta es el amor.
Cuando percibimos el peso del temor en nuestros hombros, cuando no nos atrevemos a abrir los ojos por el miedo a la obscuridad que anula nuestro corazón.
Aunque pareciera que nuestras fuerzas se extinguen ante la crudeza de los acontecimientos recientes, no dejemos de cubrir con amor nuestra vida y la de quienes nos rodean.
Recordemos que la gracia de Dios está en nosotros. La perfección de la naturaleza es tal, que hasta en las profundidades del mar, una pequeña ostra es capaz de crear, con el amor de su nácar, una hermosa y perfecta perla.
Al final de los tiempos, habremos logrado crear algo hermoso. La única receta es el amor.

Comentarios
Un abrazo.
Gracias por tu entrada,
Oly
Besos
Estoy de acuerdo contigo, tenemos esa dosis de "heroismo" que nos permite sobrevivir a calamidades, el vehículo se basa en la fe que tengamos... En nosotros, en Dios, en la bondad, etc.
Pero hay ocasiones en que la adversidad es tal, que cuesta percatarnos de ese poder. Se necesita un "empujoncito".
Saludos!