¿Dónde comienza la comunidad?

Varios días dando vuelta en mi cabeza, esta inquiteud de encontrar algún bolígrafo mágico que pudiera trazar, con claridad y dulzura, el límite entre el individuo y la comunidad. No como división territorial, más bien como invitación, como puente, frontera abierta.


El concepto de "Bien común" cada día se percibe menos. Concebimos que el mundo es lo que alcanzamos a ver, a palpar. Deseamos el bien propio, sin reflexionar en el "Respeto" a los demás.

Hay quienes dicen (principalmente en el ambiente de la Neuro-Lingüística) que el pensamiento viaja en 7 frecuencias. Lo que deseemos, imaginemos, se verá reflejado en el mundo y regresará a nosotros multiplicado por siete.

Con esta óptica, cada pensamiento negativo impacta en el ambiente, pudiendo dañar a terceros, pero ineludiblemente regresará a nosotros potenciado. Por el contrario, si pensamos algo positivo, se nos multiplicarán los dones.

Si esto fuese cierto, cobra sentido la situación de algunas personas con quienes he coincidido en este trayecto vital, a quienes la vida pareciera cobrarles una gran hipoteca. Calamidad, tras calamidad. Tragedia, tras tragedia. Y lo más triste es que ni siquiera se percatan que, en gran medida, ellos tienen la capacidad, el poder de cambiar lo que les acontece.

Si creemos en la energía que mueve al mundo, en la "Bondad", en la divinidad... Entonces debemos confiar que, si depositamos nuestro ser en sus manos, sin duda la vida seguirá una dirección positiva. Pueden presentarse condiciones adversas (Como las que vive México), pero está en nosotros sólo quejarnos, o abonar en positivo, en el ambiente que nos corresponda.

Es común escuchar comentarios críticos hacia los demás, es fácil caer en la tentación de "sacar la garra" como cotidianamente se dice, pero este tipo de acciones, por sencillas que parezcan, implican una falta de respeto a otras "personas", que tienen dignidad, que comparten la misma calidad humana que nosotros.

Por ello, si reflexionamos sobre las situaciones complicadas que vivimos y, procuramos mejorar, debemos analizar ¿En qué momentos he faltado el respeto a otr@s? ¿Qué hábitos negativos tengo?

Con la regla de "7" debemos de ser concientes de la fuerza que tienen nuestros pensamientos y acciones. Por cada sonrisa desinteresada, recibiremos 7 carcajadas. Por cada gesto de humanidad, la vida nos abrazará como 7 grandes árboles, sus hojas nos cubrirán de amor.

Regalemos al mundo nuestros dones, respetemos a nuestra persona (Cuidémonos), a nuestra familia (Amémosle) y, poco a poco comenzaremos a notar que la vida es a color.

P.D. Si alguien encuentra esa pluma mágica, dibuje por favor un mundo mejor.

Comentarios

Anónimo dijo…
Me encanta tu manera de brindarnos con tus letras, algo tan dulce, amoroso y profundo, muy como tu eres.
Gracias, lo tomaré muy en cuenta para cosechar más carcajadas.

Muchos besos te mando, sé que es un deseo auténtico lo que plasmas hoy.

S.
Irlanda Mtz. dijo…
Muchas gracias!

Que tengas buena cosecha.

Un abrazo fraterno.
Hada Saltarina dijo…
¡Cuánta razón tienes, Irlanda! Nos encanta enzarzarnos en pensamientos apocalípticos en lugar de dedicar tiempo a lo bello y hermoso que nos rodea. Y los pensamientos obran milagros! Me regalaron el libro de "El Secreto" y me impactó esto que te trancribo:
"La única razón por la que las personas no tienen lo que quieren es porque piensan más en lo que no quieren que en lo que quieren".

Da que pensar, ¿verdad?

Un palcer leerte
Irlanda Mtz. dijo…
Muchas gracias Hada Saltarina, por permitir que uno de tus saltos llegara a mi Blog.

Buena reflexión, cierta. Si dedicáramos la misma atención a lo positivo, a lo que deseamos, como a lo que nos falta, conseguiríamos más fácil nuestras metas. Está en nosotros ese poder, hace falta concientizarlo, ejercerlo.

Saludos cordiales.

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