Protesta ¿Libertad de expresión o arma política?

71 millones de mexicanos registrados en la lista nominal
42 millones de ciudadanos que votamos
Miles de ojos sobre las casillas: observadores internacionales, funcionarios de casilla, representantes de partido...

Hoy, a 18 días de la elección, nos encontramos con un país dividido.

Comentarios políticos, columnas, artículos, programas enteros en los medios masivos dedicados a tratar de comprender la lógica de los hechos que han sucedido a la jornada electoral.

Ocurre que los excesos nunca son benéficos. Cada uno de estos dieciocho días hemos visto como las almas de algunos hermanos mexicanos se encienden al calor de la protesta, de ese recurso de la expresión humana que es legítimo, pero que debe sujetarse a un marco legal.

¿Qué le aporta a la democracia una plaza repleta de manifestantes que acuden a escuchar a un candidato obnubilado por su ambición que no se permite aceptar su compromiso histórico y se niega a reconocer la verídica y certera derrota?

¿Qué credibilidad obtiene dicho candidato cuando en numerosas ocasiones ha incumplido sus promesas?

Faltó a la ley cuando el desafuero, dijo que lo dieran por muerto y se pasó de vivo, repetidamente prometió respetar el resultado aún si este implicara ser derrotado por un solo voto de diferencia y volvió a engañarnos.

Son más de 250 mil votos los que nos muestran que la ciudadanía no está dormida, que no queremos un neo-mártir en la presidencia y mucho menos si está trazado con un lápiz de populismo y violencia.

Somos más los mexicanos que validamos el proceso electoral ya que acudimos a sufragar puntualmente o permanecimos todo ese domingo aportando nuestro granito de arena para el proceso; somos más los que respaldamos al IFE, que más allá de ser un simple implicado es una institución CIUDADANA sólida que nos ha costado mucho, tanto económica como humanamente.

Si bien es cierto que es de apremiante necesidad una reforma de corte electoral para, entre otras cosas, controlar el dispendio de los partidos y equiparar las circunstancias de competencia para asegurar la igualdad en el proceso, también debemos aceptar que esta ha sido la elección más democrática de nuetsra historia como país.

Como ciudadana, como funcionaria de casilla (2859 en el municipio de chihuahua) respaldo a las instituciones, espero pacientemente el fallo de los tribunales y de forma respetuosa invito a que pongamos en alto nuestra integridad como mexicanos y no caigamos en el juego sucio de la descalificación, la agresión ni mucho menos la violencia.

Somos un pueblo inteligente y lo demostramos en las urnas, participando, dejando de lado a la sombra de la abstención, por lo tanto no espero más que paciencia y diálogo.

No dejemos que una manzana podrida pudra a toda la reja.

Podremos ver en las calles a millones de personas protestando, pero recordemos que fuimos 42 millones quienes de forma pacífica y ordenada mostramos que nuestro voto vale y que lo sabemos ejercer.

Por México, respetemos los resultados, reprobemos la violencia y abramos los ojos ante quien nos quiere cegar con sus mentiras.
-IMD-
2006

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