“Madre, denos pan que tenemos hambre”

Doña Leónida Vázquez , de 75 años y a la que llaman La Patrona Abuela , asegura que lo recuerda con claridad. Era una de esas mañanas húmedas y calurosas que habitualmente transcurren en La Patrona; una ranchería –cuyo nombre oficial es Guadalupe- de poco más de tres mil habitantes perteneciente al municipio de Amatlán, en la zona centro del estado de Veracruz, donde el cultivo de café era rentable en otra época, y por la que altísimos cañaverales aún se extienden hasta perderse a la vista por los alrededores del viejo ingenio azucarero San Miguel . Aquel día varios de esos migrantes de las estadísticas, procedentes en su mayoría de Honduras, Guatemala, El Salvador, y Nicaragua , bajaron del tren aprovechando un cambio de vía rutinario. Caminaron varios cientos de metros a lo largo de la extensa línea recta que disecciona en dos esta población por la que, se calcula, transitan más de 150 mil indocumentados al año , y se encontraron con Rosa y Bernarda ...