De peatones y taxistas
Despierta la ciudad. Un ejército de mujeres y hombres, cual hormigas perfectas, desfilan alegremente por las vías -principales y alternas- llenando de color el paisaje. La sinfonía diurna comienza escucharse. Salones de clase abarrotados, centros laborales vivos. Transcurre la vida citadina.
Se nubla la vista al pasar y detenerse en lo "oficial", en el dibujo confuso de la política. Resulta que tenemos municipios estáticos, estados inoperantes, congresos de fantasía. Lo peor: una sociedad harta... en el fondo no-sociedad.
L@s ciudadan@s somos como peatones del desarrollo, de la democracia. Avanzamos sin prisa, caminamos a paso lento. Aunque debiéramos correr todos juntos, nos frena el tedio, el desencanto. Pocos son los pasos en conjunto.
Los peatones confiamos -porque a veces no queda alternativa- en "taxistas". Políticos como taxistas a quienes se les invierte, dinero y tiempo, para que nos lleven a algún destino.
Como choferes de carro de alquiler, los políticos promedio tienen naturalmente dos limitantes: lo finito de su gestión y el tránsito general que puede dificultar su labor. No hablemos de su destreza para manejar ni mucho menos de su honesta vocación de servicio... si vemos meramente su desempeño es gracioso que se deposite en la política -partidista- la fe ciega de antaño, de un peligroso pasado en que se les veía como omnipotentes, casi magos.
El avance de la sociedad requiere peatones entusiastas, activos y responsables. Peatones cultos de la ley y dispuestos a cumplirla. Peatones amables, íntegros... en marcha. Sin menoscabo de los taxistas, entregados en cuerpo y alma a su importante labor, generosos, educados y comprometidos.
Ya seamos peatones o taxistas, no dejemos de avanzar. O mejor dicho: ¡Avancemos!
Comentarios
CREO QUE SI PARTIMOS DEL RESPETO Y PONERNOS LOS ZAPATOS DEL PEATÒN Y LOS DE TAXISTAHACER LO QUE NOS CORRESPONDE HACER PORQUE LO AMAS HACER Y ESTAS CONVENCIDO DE ELLO RESPETANDO EL TRABAJO DEL OTRO PERO AL MISMO TIEMPO TENER ESA CAPACIDAD DE APORTAR PARA CRECIMIENTO. SALUDOS
Que la pases mucho muy feliz, muy acompañada y muy amada.
Besitos
S.
Excelente reflexión.
Creo que todos somos peatones que necesitamos de un taxista que nos lleve a algún lugar. Pero también todos somos taxistas en quienes se confía para que llevemos a alguien a su destino.
Si cada quien en su rol de taxista apuesta por el buen servicio a los demás, conducir apropiadamente y siendo justos, todo se puede cambiar.
Saludos Irlanda!!!!
Me gustó esta metáfora. Como punto de partida para la reflexión esta muy bien.
Un saludo
ibso